La derrota en cuatro sets de Nadal fue algo inesperada, ya que el español se había mostrado imparable en sus últimos tres partidos.
Pritha Sarkar / Reuters
El partido del viernes ante Rafael Nadal no se vio interrumpido por la lluvia ni fue un choque dramático a cuatro sets y tampoco definió al campeón de Wimbledon. Pero nada de eso le importó demasiado al inoxidable tenista suizo Roger Federer.
Lo único realmente importante para el ganador de 20 títulos del Grand Slam fue que, a diferencia de su último duelo en el césped londinense con Nadal hace 11 años, él fue el ganador.
El triunfo de Federer por 7-6 (7-3), 1-6, 6-3 y 6-4 no alcanzó los niveles de intensidad que hicieron que la final del 2008 fuera tan memorable, pero igualmente el suizo se mostró encantado de imponerse ante el mallorquín.
"Siempre es muy bueno jugar contra Rafa aquí, especialmente (ya que) no lo habíamos hecho en mucho tiempo", dijo el segundo preclasificado, quien ahora está a un triunfo de sumar su noveno título en Wimbledon.
"Definitivamente va a ser uno de mis partidos favoritos para recordar, porque es Rafa, en Wimbledon, la multitud estaba emocionada y había buen clima", agregó Federer.
La derrota en cuatro sets de Nadal fue algo inesperada, ya que el español se había mostrado imparable en sus últimos tres partidos.
El nivel del mallorquín llevó a John McEnroe a declarar: "Juegas contra un tipo como Nadal, que quiere arrancarte el corazón. Quiere comerte vivo".
Pero el viernes, Nadal fue silenciado por Federer. El resultado no solo redujo la ventaja del español a 24-16 en sus encuentros cara a cara, sino que también le dio al suizo un respiro en la carrera para convertirse en el máximo ganador de torneos del Grand Slam de la historia.
Federer, de 37 años, tendrá el domingo la oportunidad de sumar su corona 21 en grandes torneos y sacarle tres títulos de ventaja a Nadal. Enfrente estará el serbio Novak Djokovic, que se ha impuesto en 15 Grand Slams.
"Sé que esto aún no ha terminado", dijo Federer, el hombre de más edad en llegar a la final de Wimbledon desde que el australiano Ken Rosewall logró la hazaña de hacerlo a los 39 años en 1974.
"Hay, desafortunadamente o afortunadamente, uno más (partido para jugar). Es genial en muchos niveles. Pero (tengo) que agachar la cabeza y seguir concentrado. Espero que esto me dé un gran impulso para la final del domingo".
Lo único realmente importante para el ganador de 20 títulos del Grand Slam fue que, a diferencia de su último duelo en el césped londinense con Nadal hace 11 años, él fue el ganador.
El triunfo de Federer por 7-6 (7-3), 1-6, 6-3 y 6-4 no alcanzó los niveles de intensidad que hicieron que la final del 2008 fuera tan memorable, pero igualmente el suizo se mostró encantado de imponerse ante el mallorquín.
"Siempre es muy bueno jugar contra Rafa aquí, especialmente (ya que) no lo habíamos hecho en mucho tiempo", dijo el segundo preclasificado, quien ahora está a un triunfo de sumar su noveno título en Wimbledon.
"Definitivamente va a ser uno de mis partidos favoritos para recordar, porque es Rafa, en Wimbledon, la multitud estaba emocionada y había buen clima", agregó Federer.
La derrota en cuatro sets de Nadal fue algo inesperada, ya que el español se había mostrado imparable en sus últimos tres partidos.
El nivel del mallorquín llevó a John McEnroe a declarar: "Juegas contra un tipo como Nadal, que quiere arrancarte el corazón. Quiere comerte vivo".
Pero el viernes, Nadal fue silenciado por Federer. El resultado no solo redujo la ventaja del español a 24-16 en sus encuentros cara a cara, sino que también le dio al suizo un respiro en la carrera para convertirse en el máximo ganador de torneos del Grand Slam de la historia.
Federer, de 37 años, tendrá el domingo la oportunidad de sumar su corona 21 en grandes torneos y sacarle tres títulos de ventaja a Nadal. Enfrente estará el serbio Novak Djokovic, que se ha impuesto en 15 Grand Slams.
"Sé que esto aún no ha terminado", dijo Federer, el hombre de más edad en llegar a la final de Wimbledon desde que el australiano Ken Rosewall logró la hazaña de hacerlo a los 39 años en 1974.
"Hay, desafortunadamente o afortunadamente, uno más (partido para jugar). Es genial en muchos niveles. Pero (tengo) que agachar la cabeza y seguir concentrado. Espero que esto me dé un gran impulso para la final del domingo".