"Ya no tengo nada que hacer en esta vida", "quiero morir bien, que me recuerden bien y feliz" o "no quiero sufrir h...
"Ya no tengo nada que hacer en esta vida", "quiero morir bien, que me recuerden bien y feliz" o "no quiero sufrir hasta llegar a ese final en que no puedo respirar" son los testimonios de tres personas que pusieron fin a sus vidas con un suicidio asistido en Chile y que ahora se han convertido en arte.
Son tres de los ocho casos de pacientes terminales que decidieron morir de forma asistida y tomaron parte en el proyecto "Amortanasia", del artista chileno Francisco Tapia, conocido como "Papas Fritas", que desde hace una semana se expone en el Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM), en Santiago.
La obra ofrece al público la expresión de los enfermos por acabar con su sufrimiento a través de una muerte digna y la reivindicación social de la legalización de la eutanasia en el país, que se debate desde hace meses en el Parlamento.