Fue diagnosticada con cáncer de mama en 2010 y luego se le difundió a los huesos, los pulmones, el cerebro y el hígado.
(Prensa Latina) Una mujer de 61 años, con cáncer en fase terminal, se convirtió en la primera persona en ser sometida a la eutanasia en el estado australiano de Victoria, según dio a conocer hoy la prensa local.
A Kerry Robertson se le permitió usar la ley de muerte asistida tras un proceso de aprobación de 26 días.
La paciente fue diagnosticada con cáncer de mama en 2010 y luego se le difundió a los huesos, los pulmones, el cerebro y el hígado.
Decidió interrumpir la quimioterapia y la radioterapia en marzo, después de que los efectos colaterales y el dolor se volvieron intolerables.
La legislación de Victoria, que entró en vigencia en junio, prevé 68 medidas de garantía y permite a los pacientes enfermos terminales que cumplan ciertos requisitos acceder a fármacos letales.
Los solicitantes deben ser adultos con capacidad de decisión, que sufran una enfermedad incurable, progresiva y avanzada, y que potencialmente les cause la muerte en los próximos seis meses, o una persona con una afección neuro-degenerativa que tenga doce meses de esperanza de vida.
La ley solo existe en Victoria pero está siendo estudiada para su futura aprobación en otros estados australianos.
A Kerry Robertson se le permitió usar la ley de muerte asistida tras un proceso de aprobación de 26 días.
La paciente fue diagnosticada con cáncer de mama en 2010 y luego se le difundió a los huesos, los pulmones, el cerebro y el hígado.
Decidió interrumpir la quimioterapia y la radioterapia en marzo, después de que los efectos colaterales y el dolor se volvieron intolerables.
La legislación de Victoria, que entró en vigencia en junio, prevé 68 medidas de garantía y permite a los pacientes enfermos terminales que cumplan ciertos requisitos acceder a fármacos letales.
Los solicitantes deben ser adultos con capacidad de decisión, que sufran una enfermedad incurable, progresiva y avanzada, y que potencialmente les cause la muerte en los próximos seis meses, o una persona con una afección neuro-degenerativa que tenga doce meses de esperanza de vida.
La ley solo existe en Victoria pero está siendo estudiada para su futura aprobación en otros estados australianos.