De acuerdo con una encuesta hecha por la revista “Newsweek” en diciembre del año pasado -hace apenas tres meses-, el 33% de los encuestados,...
De acuerdo con una encuesta hecha por la revista “Newsweek” en diciembre del año pasado -hace apenas tres meses-, el 33% de los encuestados, todos estadounidenses, creen que la popularidad y la influencia de la familia Kardashian en la cultura pop actual ha disminuido notablemente de un tiempo acá, pero ¿a qué se debe?
Los estadounidenses apuntan el dedo hacia su nuevo reality en Hulu. Mientras “Keeping up with the Kardashians” de “E! Entertainment” era una propuesta nueva y divertida, los televidentes norteamericanos han opinado que el show en Hulu es repetitivo y aburrido, aseguran que se siente muy ensayado y que tanto la matriarca Kris, como sus hijas:Kourtney, Kim, Khloé, Kendall y Kylie, ya no revelan tanto de sus vidas como en el pasado.
Sin embargo, su popularidad en el resto del mundo, donde no depende del reality show al que solo unos cuantos tienen acceso, también va notablemente a la baja.
Fuera de los Estados Unidos, las Kardashian se hicieron populares a través de sus redes sociales más que a través de la televisión, y éstas mismas pueden ser hoy la razón de su decreciente audiencia.
Meredith Jones, profesora de la Universidad de Brunel, quien imparte la primera conferencia académica sobre las Kardashian, bautizada como Kimposium, cree que la familia no ha logrado mantenerse relevante con los tópicos de conversación actuales como el greenwashing o la apropiación cultural, “se siente como que están fuera de onda”, dijo al diario ‘Evening Standard’.
Los medios estadounidenses coinciden en que el reciente desinterés en la familia se debe en parte a la sobreexposición y en parte, a la falta de congruencia entre lo que dicen y lo que hacen.
En enero de 2020, Kim posteó “El cambio climático es real” con un emoji de corazón roto, pero a las palabras se las lleva el viento, pues cuidar del medio ambiente en su vida cotidiana no la tiene tan preocupada.
El año pasado, en una entrevista con la revista “Interview”, le preguntaron si de hecho emprendía algún tipo de acciones a favor del medio ambiente y respondió que “tenía que ser realista” y que “hay tanto de qué preocuparse, que tienes que escoger entre lo que funciona para ti y tu vida”.
Aparentemente, en su vida y la de sus hermanas, los viajes en jet privado ridículamente cortos son “necesarios”, así como acaparar agua en su casa en tiempo de sequía.
Su hermana, Kylie Jenner, fue calificada recientemente de ‘criminal ambiental’ después de que se reveló que hacía un número exagerado de viajes en su jet privado ¡incluso de 9 minutos!
Por otra parte, Kourtney fue nombrada ‘embajadora de sustentabilidad’ de la marca inglesa Boohoo, investigada por sospecha de hacer greenwashing, y una investigación de la fundación Changing Markets, reveló que no hay sustento a la afirmación de que no se usa plástico en los empaques de la marca de lencería Skims, de Kim.
“La moneda de cambio de un influencer es la confianza que sus seguidores tienen en sus recomendaciones. En este caso, su integridad se ha puesto en duda por las investigaciones sobre afirmaciones que han hecho y la poca profundidad de su compromiso con causas que han dicho que apoyan, como la sustentabilidad. Esto, sin duda impactará en la confianza depositada en ellas”, dijo Mike Bandar, cofundador de Hopper HQ, mercadólogos de Instagram.
Por otra parte, las hermanas Kardashian no han dudado en utilizar su influencia para vender productos milagro como gomitas para ayudar a crecer el pelo, tés para bajar la panza o paletitas que supuestamente ayudan a suprimir el apetito. Sus detractores no solo las han atacado por ofrecer productos que no sirven, sino por alimentar las inseguridades de sus seguidores en una época en la que mucho se habla de la autoaceptación del cuerpo.
Kim fue muy criticada después de la Met Gala por haber declarado que bajó 8 kilos en 21 días para poder entrar en el vestido que usó Marilyn Monroe