[PODCAST] La soledad: ¿abandonarnos o escapar de ella?

COMPARTIR:

Entre más adulto se es, más difícil resulta encontrar conexiones cercanas, y es entonces cuando la soledad se vuelve crónica.

Todos hemos sentido la soledad de vez en cuando. Cuando no tenemos con quién sentarnos a la hora del almuerzo, cuando nos mudamos a una nueva ciudad, o cuando nadie tiene tiempo para pasar con nosotros el fin de semana. Pero en las últimas décadas, ese sentimiento ocasional, se ha vuelto crónico para cada vez más millones.

En Inglaterra el 60% de las personas entre 18 y 34 años dicen sentirse solos frecuentemente. En los Estados Unidos, 46% de toda la población se siente sola regularmente. Estamos viviendo en la época más conectada de la historia de la humanidad, aún así un número sin precedentes de seres humanos se siente aislado.


Tener tendencias de solitario y estar solo no son la misma cosa. Puedes sentirte bendecido estando solo y odiar cada momento que estás rodeado de amigos. La soledad es una experiencia puramente subjetiva e individual. Si te sientes solo, pues sí, estás solo.


Un estereotipo común es que la soledad sólo le sucede a gente que carece de habilidades sociales, que no sabe cómo hablarle a los demás ni cómo comportarse con otros. Pero estudios basados en la población, han mostrado que las habilidades sociales prácticamente no hacen diferencia en adultos en cuanto a las conexiones sociales. La soledad puede afectar a cualquiera: ni el Dinero, ni fama, ni poder, ni belleza, ni habilidades sociales, ni siquiera una gran personalidad pueden protegerte de la soledad, porque es al final un fenómeno psicológico que es es parte integral de tu biología.


¿Qué es la soledad?


La soledad es una función corporal, como lo es el hambre. El hambre te hace prestar atención a tus necesidades físicas. La soledad te hace prestar atención a tus necesidades sociales. A tu cuerpo le importan las necesidades sociales porque hace millones de años era un buen indicador de qué tan probable era que sobrevivieras.


La selección natural recompensó a nuestros ancestros por colaborar y por formar conexiones con otros. Nuestros cerebros crecieron y se volvieron cada vez mejores para reconocer en los gestos de las otras personas pensaban y sentían para evaluar cómo formar y sostener vínculos sociales, y esa es la razón por la que ser sociales se convirtió en parte de la biología de los seres humanos. Solíamos nacer en grupos de entre 50 y 150 personas con quienes nos quedábamos por el resto de nuestra vida. Conseguir suficientes calorías, estar cálido y seguro, o garantizar la sobrevivencia de nuestros niños era algo prácticamente imposible estando solos. Estar juntos significaba supervivencia. Estar solos significaba la muerte.


Así que era crucial convivir con otros. Para nuestros ancestros, la mayor amenaza a su supervivencia no era ser comidos por un león, sino no poder encajar en el ambiente social del grupo y ser excluidos. Para evitar eso, nuestro cuerpo desarrolló el "dolor social". Este tipo de dolor es una adaptación evolutiva para el rechazo: una especie de alarma temprana para detener el comportamiento que nos aísla de los demás.


Los ancestros que experimentaron el rechazo de la forma más dolorosa eran quienes más probablemente cambiarían su comportamiento cuando eran rechazados y entonces se quedaban en la tribu, mientras que aquellos que no cambiaban eran echados y muy probablemente murieron poco tiempo después. Por eso el rechazo duele. Y aún más, por eso la soledad es tan dolorosa. Estos mecanismos para mantenernos conectados, y en consecuencia vivos, funcionaron bien en la mayor parte de nuestra historia, hasta que los seres humanos empezamos a construir un nuevo mundo para nosotros mismos.



El lado negativo del mundo moderno


La epidemia de soledad que vemos hoy en día comenzó a finales del siglo XVI, en el renacimiento. La cultura occidental comenzó a enfocarse en el individuo. Los intelectuales se apartaron del colectivismo de la edad media, mientras que la joven teología protestante promovía las responsabilidades individuales. Esta tendencia se aceleró durante la revolución industrial. El mundo empezó a ver cómo la gente dejaba sus pueblos y sus campos para entrar a las fábricas. Comunidades que habían existido por cientos de años comenzaron a disolverse, mientras las ciudades crecían más y más, y al mismo ritmo en el que nuestro mundo se hacía moderno, esta tendencia se aceleró de forma descomunal.


Hoy en día nos movemos a grandes distancias para atender nuevos trabajos, por perseguir el amor y para obtener mejor educación y dejamos nuestra red social atrás. Conocemos cada vez menos gente en persona y nos encontramos con ellos menos frecuentemente que en el pasado, y por eso hoy vemos que el número de amigos cercanos disminuyó del promedio de tres, en 1985, a sólo dos en 2021.


La mayor parte de la gente se topa de frente con la soledad por mero accidente: Llegas a la mayoría de edad y estás ocupadísimo con el trabajo, con la universidad, con la pareja, con los niños, con Netflix. No hay suficiente tiempo. Para poder atender todo ese montón de “pendientes” lo más conveniente y fácil termina siendo sacrificar el tiempo con los amigos y la familia, y así pasa durante años, hasta que un día despiertas y te das cuenta que te sientes aislado, de que añoras las relaciones cercanas y que ahora resulta que ya no las tienes.


Entre más adulto se es, más difícil resulta encontrar conexiones cercanas, y es entonces cuando la soledad se vuelve crónica. A pesar del enorme avance en la tecnología, incluso aunque nuestro teléfono inteligente parezca tener todas las soluciones en su pantalla, la realidad ineludible es que nuestro cuerpo y nuestra mente siguen siendo fundamentalmente iguales que hace 50 mil años, y que aún estamos biológicamente programados para estar el uno con el otro.



Cómo mata la soledad


Estudios a gran escala han demostrado que el estrés generado por la soledad crónica es una de las cosas más perjudiciales que nuestro cuerpo puede experimentar. Nos hace envejecer más rápido, hace al cáncer mucho más mortal, el Alzheimer avanza más rápido, y nuestro sistema inmune se debilita de forma brutal. La soledad es dos veces más mortal que la obesidad, y es tan maligna como fumarnos un paquete de cigarros al día. Lo más peligroso de la soledad es que una vez que se vuelve crónica, se puede volver autosustentable, pues se convierte en un círculo vicioso que a veces parece difícil de romper.


El dolor físico y social usan métodos similares para alertar al cerebro; ambos se sienten como una amenaza y así, cuando se nos inflige dolor social este nos lleva a un comportamiento de defensa inmediato. Cuando la soledad se vuelve crónica, el cerebro entra en modo de auto-preservación y comienza a ver peligro y hostilidad en todos lados. Pero eso no es todo. Algunos estudios encontraron que cuando estamos solos, nuestro cerebro está mucho más receptivo y alerta a señales sociales, pero al mismo tiempo se vuelve muy malo para interpretarlas correctamente. Es entonces cuando le prestamos más atención a otros, pero los entendemos menos. La parte del cerebro que reconoce rostros está fuera de sintonía y tiende más a categorizar los rostros neutrales como si fueran hostiles, lo que nos hace desconfiar de los demás, y es así como la soledad nos hace dudar de las intenciones de los demás hacia nosotros.


Debido a la hostilidad que entonces percibimos del mundo, es posible que nos enfoquemos mucho más en protegernos, lo que nos convierte en personas más frías, más hostiles y más incómodas socialmente, aún cuando en realidad no lo somos y mucho menos queremos serlo.



¿Qué podemos hacer al respecto?


Por supuesto que el podcast de @elreportero no va a dejar allí el tema, sino que va a aportar una posible solución a este problema. Si la soledad se ha vuelto una presencia fuerte en tu vida, lo primero que puedes hacer es reconocer el círculo vicioso en el que podrías estar atrapado, y es posible detectarlo si la siguente situación te resulta familiar: comienzas a sentirte solo y sientes tensión y tristeza, y eso hace que le pongas más atención a las interacciones negativas con otras personas, eso hace que tus pensamientos acerca de ti y de los demás sean más negativos y cambia tu comportamiento, porque comienzas a evitar las interacciones sociales y eso te lleva a un mayor sentimiento de aislamiento. Cada vez que eso sucede el ciclo se vuelve más severo y cada vez encuentras que es más y más difícil escapar de él.


Cuando la soledad es crónica, es entonces cuando preferimos sentarnos lejos de los demás en clase o en las reuniones, cuando no le contestamos el teléfono a un amigo, o cuando rechazamos invitaciones hasta que dejamos de recibirlas por completo. Todos y cada uno de nosotros tenemos una historia sobre nosotros mismos, y si esa historia se vuelve una donde la gente te excluye de su vida, entonces los demás se basarán en eso para adecuar su comportamiento contigo, y entonces el mundo exterior se habrá convertido precisamente en eso que sientes.


Frecuentemente es un proceso lento que puede tomar años y puede terminar en una severa depresión y en un estado mental en el que evitamos las conexiones con otra persona, incluso a pesar de que añoremos su compañía.


Lo primero que podemos hacer para escapar de esta situación autodestructiva es aceptar que la soledad es un sentimiento completamente normal y no hay nada de qué avergonzarse. Literalmente, todos nos sentimos solos en algún punto de nuestras vidas, es una experiencia humana universal. No puedes eliminar o ignorar un sentimiento para que mágicamente se vaya, pero puedes aceptar que lo sientes y, a partir de allí, tratar su causa. Puedes autoexaminar en qué enfocas tu atención y analizar si sólo te enfocas en cosas negativas, sobre todo en aquellas en donde interpretamos los gestos y los comentarios de otras personas como rechazo y burla, porque es muy probable que lo estemos interpretando desde nuestra falta de contacto humano, y es entonces cuando vale la pena preguntarnos si lo que nosotros vimos como un rechazo en realidad simplemente sucedió porque la otra persona tenía prisa o estaba en un mal momento.


Se trata de ver nuestros pensamientos acerca del mundo. Y entonces es necesario preguntarnos cada vez que rehuimos la interacción si en realidad estamos asumiendo lo peor de las intenciones de los demás de una manera completamente a priori, en vez de evaluar con cuidado cada situación.


Vale la pena que busquemos un momento de tranquilidad y serenidad para hacernos a nosotros mismos preguntas directas, tales como ¿Estoy evitando oportunidades de estar con otros?, ¿Estoy buscando excusas para rechazar invitaciones?, ¿Estoy apartando a los demás preventivamente para protegerme?, ¿Actúo como si me estuvieran atacando?, ¿Estoy realmente buscando nuevas conexiones?, ¿o me he vuelto complaciente con esta situación?


Desde luego, cada persona y cada situación es única y diferente, y la introspección por sí misma no siempre es suficiente. Si te sientes incapaz de resolver tu situación por ti mismo, intenta conseguir ayuda profesional. No es una señal de debilidad, al contrario, es muy valiente hacerlo.


Ya sea que veamos a la soledad como un problema puramente individual que necesita resolverse para crear más felicidad personal, o como un problema de salud pública, es algo que merece más atención.


Los humanos hemos creado un mundo que es absolutamente increíble y aún así, nada de lo que hemos hecho es capaz de satisfacer o sustituir nuestra necesidad biológica y fundamental de conexión social. La mayoría de los animales obtienen lo que necesitan de su entorno. Nosotros obtenemos lo que necesitamos de cada uno de nosotros, y necesitamos construir nuestro mundo humano con base en eso. 



No sé qué es lo que vayas a hacer después de escuchar este podcast, pero por lo pronto yo sí te voy a decir qué voy a hacer después de grabarlo: Voy a contactar a alguien hoy, no importa si me siento un poco solitario, simplemente quiero hacerle el día a alguien. Puede que le escriba a ese amigo al que no le he hablado en un tiempo. Puede que le llame a  un familiar que se ha vuelto un extraño. Invitaré a un compañero de trabajo a que vayamos por un café, o ir a algún lugar al que no me gusta ir.


Eso es lo que pienso hacer, pero por supuesto todos somos diferentes, así que tú sabes qué encaja mejor con tus gustos. En mi caso, puede que nada resulte de eso, y eso está bien, porque no lo estoy haciendo con ninguna expectativa, mi objetivo es simplemente abrirme un poco; ejercitar los músculos de las interacciones para que crezcan fuertes con el tiempo, o ayudar a otros a ejercitarlos.


Finalmente, por supuesto que todo esto no me lo inventé yo solo. Te voy a recomendar dos de los libros que consulté durante la investigación para este podcast "Primeros auxilios emocionales" de Guy Winch, un libro que aborda entre otros temas, cómo enfrentar la soledad de manera que resulte provechosa y realizable. Y "Soledad: la naturaleza humana y la necesidad de conexión" de John Y. Cacioppo & William Patrick. Es una exploración entretenida y científica de cómo experimentamos la soledad a un nivel biológico, como se dispersa en la sociedad, y lo que dice la ciencia acerca de cómo escapar de ella.


LOCO Y DIVERTIDO$type=grid$rm=0$sn=0$count=3$va=0

INDIGNANTE$type=sticky$rm=0$sn=0$count=3$va=0

Nombre

Ciencia,150,Deportes,272,Entretenimiento,202,Estados,187,Finanzas,272,Indignante,311,Internacional,605,Latinoamérica,223,Loco y divertido,161,Nacional,2743,Opinión,400,Podcast,345,Reportajes,337,Salud,147,Tecnología,189,Video,395,
ltr
item
@ELREPORTERO en vivo | José Antonio Zapata Cabral: [PODCAST] La soledad: ¿abandonarnos o escapar de ella?
[PODCAST] La soledad: ¿abandonarnos o escapar de ella?
Entre más adulto se es, más difícil resulta encontrar conexiones cercanas, y es entonces cuando la soledad se vuelve crónica.
https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiqUwlWJgE4p2FCxA8-bKNI8C-stRh67rbb956CRRGdrIEHKm-Vp9nJndFt5Aki5X687RhsCxaWFgtqhbwsY6mrBEOZEhsUcnJPGPs32aGe-XqZ1-10qHD2nfF2RY9yBF55ps-RXAa_eMQ8/s320/soledad.jpg
https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiqUwlWJgE4p2FCxA8-bKNI8C-stRh67rbb956CRRGdrIEHKm-Vp9nJndFt5Aki5X687RhsCxaWFgtqhbwsY6mrBEOZEhsUcnJPGPs32aGe-XqZ1-10qHD2nfF2RY9yBF55ps-RXAa_eMQ8/s72-c/soledad.jpg
@ELREPORTERO en vivo | José Antonio Zapata Cabral
https://www.elreportero.com.mx/2021/05/podcast-la-soledad-abandonarnos-o.html
https://www.elreportero.com.mx/
https://www.elreportero.com.mx/
https://www.elreportero.com.mx/2021/05/podcast-la-soledad-abandonarnos-o.html
true
269739281717927055
UTF-8
Todas las notas cargadas No se encontraron notas VER TODO Leer más Responder Cancelar respuesta Borrar Por Inicio PÁGINAS NOTAS Ver todo TE RECOMIENDO ETIQUETA ARCHIVO SEARCH TODAS LAS NOTAS Ninguna nota coincide con tu búsqueda Regresar Domingo Lunes Martes Miércoles Jueves Viernes Sábado Dom Lun Mar Mié Jue Vie Sáb Enero Febrero Marzo Abril Mayo Junio Julio Agosto Septiembre Octubre Noviembre Diciembre Ene Feb Mar Abr Mayo May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic hace un minuto $$1$$ minutes ago hace una hora $$1$$ hours ago Ayer $$1$$ days ago $$1$$ weeks ago hace más de 5 semanas Seguidores Síguenos PARA VER ESTE CONTENIDO PREMIUM SIGUE LAS INSTRUCCIONES: PASO 1: Comparte esta nota en cualquiera de estas redes sociales PASO 2: Haz click en el vínculo que compartiste en esa red social Copiar todo el código Seleccionar todo el código Todos los códigos se copiaron en tu portapapeles No se pueden copiar los códigos / textos, por favor usa [CTRL]+[C] (o CMD+C en Mac) para copiar Table of Content