Te lo adelanto: se trata de que tu vida tenga significado para tí.
De entrada tienes que saber algo: yo no sé más de la vida de lo que tu ya sabes, pero diariamente trato de bloquear las constantes amenazas de crisis existenciales que acechan por todos lados con optimismo.
La base de esta "filosofía" obliga a que reflexionemos sobre un dato evidente y abrumador: parece poco probable que 200 trillones de estrellas hayan sido hechas para nosotros solitos. Es una especie de chiste cruel de la existencia: los humanos nos volvimos conscientes de nosotros mismos solo para darnos cuenta que la historia de lo que entendemos como universo no es sobre nosotros. Y mientras que por un lado es genial saber sobre los electrones y lo que da energía a nuestras células, nuestra ciencia no puede hacer que conocer la inmensidad de nuestra pequeñez sea menos deprimente.
Ante esto, nosotros, simples y sencillos humanos ¿qué podemos hacer?
Lo sabemos: la existencia humana es aterradora y confusa. Hace unos cuantos miles de años tras hacernos conscientes, nos encontramos en un lugar extraño que estaba lleno de otros seres, nos podíamos comer a algunos, y algunos podían comernos a nosotros, había líquido que era posible beber sin matarnos, cosas que podíamos utilizar para crear otras cosas. El día era el tiempo en que una bola de fuego en el cielo daba luz y calor. Luego aparecía en el cielo nocturno un negro lleno de luces hermosas. Ese lugar claramente estaba hecho para nosotros, y comenzamos a creer que algo mucho más grande se preocupaba por nosotros. Estábamos en casa. Y creer que algo nos estaba protegiendo hizo todo menos aterrador y confuso. Con esa "custodia" podíamos aprender más sobre nosotros y nuestro mundo, y terminamos aprendiendo que esas luces parpadeantes en nuestro cielo no brillaban exclusivamente para nosotros, sino que simplemente allí estaban.
Luego aprendimos que no somos el centro de lo que ahora llamamos "El Universo", y que este es mucho más viejo de lo que creíamos. Aprendimos que estamos hechos de muchas cosas pequeñas que solas están muertas, pero que juntas no están muertas y que hacen cosas grandes, y que solo somos un minúscula etapa en la historia que se extiende a través de billones de años.
Aprendimos, con asombro, que vivimos en una roca de polvo que se mueve alrededor de una estrella mediana, en una tranquila región de un brazo de una galaxia de tamaño promedio, que a su vez es parte de un grupo de galaxias del que nunca podremos salir, y que ese grupo es solo uno de miles que juntos hacen un supercúmulo de galaxias, pero que incluso nuestro supercúmulo es solo uno en miles que forman lo que nosotros llamamos el "Universo Observable". El universo podría ser millones de veces más grande, pero nunca lo sabremos.
Podemos decir cosas como "doscientas mil millones de galaxias", o "trillones de estrellas" o "septillones de planetas", pero la verdad es que estos números no significan nada, pues nuestros cerebros no son capaces de comprender estos descomunales conceptos. El Universo es demasiado grande, y la verdad es que hay mucho de él que nunca llegaremos a comprender.
Pero el alcance de la palabra "tamaño" no es el concepto más difícil con el que los humanos tenemos que lidiar. Con lo que debemos batallar más bien es con el concepto de "el tiempo", o más precisamente, el tiempo que nos queda. Recordarás que en otro podcast hablamos sobre el tiempo que le resta a nuestra vida, y que si somos lo suficientemente afortunados como para vivir cien años, entonces en teoría tenemos a nuestra disposición cinco mil doscientas semanas. Si tienes la suerte de tener veinticinco años, entonces ahora te quedan tres mil novecientas semanas restantes, y si vas a morir a los 70 entonces quedan 2,340 semanas.
Visto desde el lado humano, parece bastante tiempo, pero en realidad es poco… muy poco tiempo.
¿Qué va a pasar cuando este poquísimo tiempo que nos queda se agote?
Tus procesos biológicos se descompondrán, y el patrón dinámico que eres tú dejará de ser dinámico. Se disolverá hasta que quede nada de ese "tu". Algunos creen que hay una parte de nosotros que no podemos ver o medir, y la llaman alma o espíritu, pero no tenemos forma de saberlo, así que la evidencia es que esta vida que tenemos podría serlo todo, y que terminaremos muertos para siempre.
Esto no es tan deprimente como suena. Si no recuerdas los más de trece billones de años que sucedieron antes de que tu existieras, entonces los trillones y trillones y trillones de años por venir pasarán al instante una vez te hayas ido. Cierra tus ojos y cuenta hasta uno. Así se siente la duración de lo que nosotros sentimos como "una eternidad" comparada con la duración del universo. Pero, hasta donde sabemos, llegará el momento en el que el universo también muera y en el que nada vuelva a cambiar.
Y es aquí, en este momento de pequeñez infinitesimal, donde aparece la filosofía de @elreportero.
Con toda claridad, sólo tenemos una oportunidad en la vida, y eso por supuesto que asusta, pero también libera. Si el Universo va a extinguirse, entones cada humillación que sufriste en tu vida será olvidada, cada error que cometiste no importará al final, cada cosa mala que hayas hecho o te hayan hecho será anulada. Si nuestra vida es todo lo que vamos a experimentar, entonces es lo único que importa. Si el Universo no tiene principios, los únicos principios relevantes son los que nosotros mismos decidamos. Si el Universo no tiene propósito, entonces podemos determinar cuál es su propósito para nosotros.
Los humanos muy seguramente dejaremos de existir en algún punto, pero antes de que lo hagamos podemos explorarnos a nosotros mismos y el mundo a nuestro alrededor. Podemos experimentar sentimientos. Podemos experimentar la comida, los libros, los amaneceres, la música, y por supuesto estar el uno con el otro.
Piensa en que el aparentemente simple hecho de que podamos pensar sobre estas cosas ya es algo increíble.
Es fácil pensar que estamos separados de todo, pero eso no es verdad. Somos parte del Universo, tanto como lo es una estrella de neutrones, un agujero negro o una nebulosa. Incluso mejor, de hecho somos la parte que piensa y siente: somos los órganos centrales del Universo.
En realidad estamos libres en un parque del tamaño del Universo, así que podríamos tratar de ser felices y tratar de construir una utopía en las estrellas.
No hemos encontrado todo lo que hay por saber. No sabemos por qué las reglas del Universo son como son, no sabemos cómo se generó la vida, ni siquiera sabemos a ciencia cierta qué es exactamente la vida. No tenemos idea de qué es la consciencia, ni sabemos si estamos solos o no en el Universo. Pero nuestra mente es lo suficientemente poderosa como para tratar de encontrar algunas respuestas.
Hay billones de estrellas que visitar, enfermedades que curar, gente que ayudar, sensaciones felices que experimentar, y videojuegos y series que terminar.
Hay mucho por hacer.
Así que, en resumen, probablemente a estas alturas ya has usado una buena parte del tiempo disponible para ti. No importa. Si esta es nuestra única oportunidad de vivir, no hay razón para no divertirnos y vivir tan felices como podamos.
Puntos extra si durante lo que te queda de vida haces la vida de otros mejor.
Más puntos extra si durante lo que te queda de vida ayudas a construir un imperio humano galáctico.
Y aún más puntos extra si a partir de hoy haces con más gusto las cosas que te hacen sentir bien.
Tu eres, al final del día, quien decide qué es lo que significa y qué es lo que necesitas para que tu vida valga la pena, y esa decisión será mucho mejor si no le das importancia a lo que los demás piensan de tí. Se trata de que tu vida tenga significado para tí.
No sé si este episodio de el podcast de @ELREPORTERO te haya servido de algo para ilustrar esta especie de optimismo nihilista, pero puede ser resumido perfectamente en las palabras del escritor japonés Haruki Murakami: “Una vez que la tormenta termine, no recordarás cómo lo lograste. Ni siquiera estarás seguro de si la tormenta ha terminado realmente. Pero una cosa es segura. Cuando salgas de esa tormenta, no serás la misma persona que entró en ella. De eso trata la tormenta”.
Y ahora que este podcast se está acabando, nada mejor para cerrarlo que con esta frase maravillosa del inmortal escritor estadounidense Ernest Hemingway: "Ahora no es el momento de pensar en lo que no tienes. Piensa en lo que puedes hacer con lo que hay".
