Fallo catastrófico de la ‘operación política’ Mientras los números oficiales siguen precipitándose como cascada de realidades incómodas, eme...
Fallo catastrófico de la ‘operación política’
Mientras los números oficiales siguen precipitándose como cascada de realidades incómodas, emerge un dato que no precisamente adorna el currículum de la autoproclamada "transformación".
Resulta que Colima, Baja California y Sonora —tres bastiones morenistas que debieran ser joya de la corona gubernamental— registraron los peores niveles de votación en todo el territorio nacional. Y no, queridos lectores, no hablamos de ser los peores entre los mejores, sino lisa y llanamente de ocupar el podio de la mediocridad electoral.
Los análisis de los datos que arroja el INE revelan, con esa frialdad matemática que tanto incomoda a los fanáticos del discurso, que estas tres entidades federativas alcanzaron niveles de participación ciudadana equiparables a los de territorios gobernados por la oposición, como Jalisco y Nuevo León bajo el mando de Movimiento Ciudadano, y Guanajuato en manos del PAN.
Cuando llegue la hora del ajuste de cuentas —porque llegará— los gobernadores Indira Vizcaíno, Marina del Pilar Ávila y Alfonso Durazo tendrán que desenrollar explicaciones largas como rollos de papel higiénico para justificar por qué sus feudos electorales lucen tan desteñidos como bandera vieja al sol.
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Le faltaron 22 millones a Claudis
Desde Palacio Nacional proclaman el domingo como un éxito rotundo, pero la aritmética democrática revela una realidad menos épica: apenas uno de cada diez mexicanos se dignó a decidir cómo se integraría el Poder Judicial de todo el país, con una participación que no superó el 13%.
En el discurso oficial post-comicios judiciales, México se autoproclamó "el país más democrático del mundo", pero ganaron exactamente quienes el partido en el poder decidió e impulsó con la orquesta habitual de acordeones y acarreos.
La presidenta presumió que el domingo votaron 13 millones de personas y lo comparó con la votación de 2024, al asegurar que fue mayor que lo recibido por los partidos de oposición. Pero convenientemente omitió que Morena y sus aliados obtuvieron hace un año 35 millones de votos, lo que plantea la pregunta incómoda: ¿dónde quedaron los 22 millones que esta vez prefirieron quedarse en casa viendo Netflix?
El tema central es que no fue una elección partidista, sino comicios organizados por el INE con dinero público para elegir al Poder Judicial. En fin, comparar estas cifras es como contrastar peras con acordeones: ejercicio inútil que solo sirve para adornar el escaparate del triunfalismo oficial mientras la democracia se tambalea con la elegancia de un borracho en tacones.
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Se caen las remesas (ay Nanita)
Ahora sí pasemos a noticias verdaderamente preocupantes. La caída del envío de remesas a México es una de las peores noticias del año, pues de acuerdo con lo que informó Banxico, el desplome de envíos de dinero fue de 12.1 por ciento en abril, no se veía una debacle así desde hace 13 años. La gran interrogante es si se trata de un tropezón circunstancial o si las remesas —esa vital transfusión económica para millones de familias mexicanas— comenzarán a descender peligrosamente hacia el abismo. Obviamente todo hace pensar que la culpa es de Donald Trump y seguramente sí tiene las manos ensangrentadas en este asunto, pero en la pérdida de remesas influyen dos factores devastadores: se están haciendo menos envíos y los que se hacen son por montos menores que en meses anteriores.
Es decir, en Estados Unidos la cosa va francamente de mal en peor para la mayoría de la población —excepto para el círculo dorado de millonarios trumpistas—, pues el empleo se ha contraído como piel al frío, cortesía de las sacudidas por los aranceles. Y al mismo tiempo, cada vez más paisanos tienen miedo de salir a la calle por temor a ser deportados, en medio de la "Operación Aurora" que busca deportar entre 15 y 20 millones de personas
Lo peor es que a esta pesadilla no se le ve salida, como túnel sin luz al final, condenando a nuestros migrantes a vivir en la clandestinidad mientras sus familias en México ven evaporarse el dinero que les permitía sobrevivir con dignidad.
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Revoltijo de quejosos
El plantón y movilizaciones que la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) han mantenido en la Ciudad de México —y que han convertido el tránsito capitalino en un calvario digno de Sísifo— se ha transformado en el imán perfecto para que otros grupos de inconformes encuentren en el movimiento magisterial una oportunidad dorada para protestar contra algunos gobernadores.
Resulta que otros colectivos, que no tienen ni remotamente la fuerza política de la CNTE, se han "colado" con los maestros disidentes como polizones en barco ajeno, entregando panfletos, desplegando pancartas y gritando consignas para hacerse notar en el maremágnum de la protesta.
Entre estos oportunistas del descontento están las mujeres mazatecas, usuarios de energía eléctrica hartos de los cobros abusivos, y miembros del Partido Comunista de México, que aprovechan cualquier escenario para recordarnos que aún existen.
También un grupo de comerciantes poblanos y otro de ejidatarios zacatecanos aprovecharon el bloqueo de la CNTE en la Secretaría de Gobernación para protestar contra los gobernadores Alejandro Armenta y David Monreal, respectivamente, transformando la protesta magisterial en una especie de "mercado persa" de las inconformidades.
La pregunta del millón es: ¿cuántos más usarán a la CNTE como vehículo para expresar sus causas, convirtiendo el plantón en un Frankenstein de protestas diversas donde cada quien busca colgar su pancarta particular en el tendedero del descontento nacional?
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Pleito de cantina
Que un personaje como Alejandro Moreno te restriegue en la cara verdsades ya debe ser algo no sólo vergonzoso, sino incluso como para salir corriendo del país y pudrirse en el ostracismo, y es que el cuestionadísimo priista no suelta a Movimiento Ciudadano, y ayer se dio el lujo de criticar las tendencias etílicas de Jorge Álvarez Máynez, pues se mofó de que haya dicho que el partido naranja ya es la primera fuerza política en Durango, cuando la tiene el PRI.
"Yo creo que venía bien 'enjarretado' de la fiestecita que se puso", soltó "Alito" con esa elegancia verbal que lo caracteriza, dejando claro que para él, las declaraciones de Máynez huelen más a copas de más que a análisis político serio.
Sin embargo, se entiende la molestia que tiene con los emecistas, pues destacó que de haber optado la oposición por coalición en la elección local de Veracruz, se habría "barrido" con Morena. Y no es que esté completamente desencaminado el campechano: en las recientes elecciones veracruzanas, Morena se quedó con 140 de los 212 municipios, incluyendo las principales ciudades del estado, pero los márgenes fueron más estrechos de lo esperado, con el PAN arrebatándole municipios como Boca del Río.
La realidad es que mientras "Alito" y Máynez se dedican a intercambiar estiércol como cerditos enojados, Morena sigue cosechando triunfos aprovechando precisamente esa división opositora que parece más interesada en pelearse entre sí que en construir una alternativa real. Al final son tan tontos que cada bola de heces fecales que se lanzan es un voto que le regalan al oficialismo.
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El apellido Colosio, en declive
De poco sirvieron las giras que el senador de Movimiento Ciudadano por Nuevo León, Luis Donaldo Colosio Riojas, y su grupo político hicieron por los estados de Durango y Veracruz, principalmente el primero.
Colosio Riojas y diputadas allegadas a él hicieron recorridos por estas entidades para "echarle la mano" a los candidatos que se jugaban las alcaldías en esos territorios, es decir, acudieron a "reforzar" sus campañas como padrinos políticos de bautizo ajeno.
En su momento fueron cuestionados porque en días y horas de trabajo, en vez de trabajar en y por Nuevo León, anduvieron de candil de la calle y oscuridad de su casa. A dos días de los procesos electorales en ambas entidades, podemos decir —según el PREP— que no les fue como se esperaba: en Veracruz obtuvieron 41 alcaldías de 151, pero si los comparamos con el Partido Acción Nacional y el Partido Revolucionario Institucional, entre los dos ganaron 57, y si sumamos las del Partido del Trabajo y las del Partido Verde Ecologista de México, juntos se llevaron 41, es decir, el MC con 41 ocuparía el tercer puesto, solamente por encima de Morena que ganó apenas 11 alcaldías.
Lo peor para MC fue en Durango, donde apenas ganaron tres de las 39 alcaldías en disputa, quedando en cuarto lugar mientras la alianza PRI-PAN se llevó más de 20 municipios y Morena 16.
Poco a poco el apellido Colosio va en declive, como marca política desgastada que ya no vende ni en remates de saldos electorales. Sus giras resultaron tan efectivas como paraguas de papel en temporal: mucho ruido, poca protección y al final todos terminaron empapados de fracaso.
